Hoy, 13 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Radio, recordatorio de la fecha en la que se creó la Radio de las Naciones Unidas en 1946. Dado que considero éste un medio de comunicación relevante y cercano, he aquí una pequeña descripción de sus orígenes.

El nacimiento de la radio dio respuesta a la necesidad de comunicarse sin cables, por medio de ondas electromagnéticas, basándose en la tecnología ya existente de otros inventos como el teléfono y el telégrafo. Durante la segunda mitad del siglo XIX,  ingenieros, investigadores e impulsores de este campo científico como Hertz, Branly, Popov o Tesla, realizaron importantes progresos y descubrimientos en diferentes lugares del mundo, aunque fue Guillermo Marconi el primero que aunó todos los avances previos, puso en práctica y comercializó el invento desde el Reino Unido. A pesar del gran potencial que se vislumbraba en la “telegrafía sin hilos”, en aquel momento apenas podría imaginarse el alcance de lo que llegaría a suponer la radiotelegrafía para el ámbito de la comunicación a todos los niveles. En las primeras décadas del siglo XX, y tras su uso militar en la Primera Guerra Mundial, el desarrollo de componentes tecnológicos como la radio de galena, el operadio, el triodo, el superheterodino o los transistores, así como la aparición de las primeras estaciones, mejoró en gran medida tanto la emisión como la recepción, favoreciendo el desarrollo y afianzamiento de uno de los grandes inventos de la humanidad: por vez primera, gran parte de la población podía ya estar informada en tiempo real.

En la actualidad, esta época de saturación de información, los bulos y noticias falsas de algunas fuentes provocan en ocasiones desconfianza entre la gente. En el último Eurobarómetro de medios, los ciudadanos comunitarios sitúan a la radio como el de mayor credibilidad (60%), frente a la TV (51%), la prensa escrita (47%) y los medios online (34%). En el caso concreto de España, el barómetro igualmente posiciona a los medios tradicionales como más fiables respecto a los digitales. La radio, con un 52%, se sitúa también como el más creíble, por encima de prensa escrita (40%), la TV (36%), los medios online (34%) y las redes sociales (22%).

Si comparamos la primera radio “portátil”, que pesaba diez kilogramos, con las actuales, de apenas el tamaño de un botón, han cambiado muchas cosas: desde las primeras emisiones culturales de óperas o discursos ilustres del siglo XX a las infinitas posibilidades y contenidos de la era digital contemporánea. Su importancia como elemento de difusión radica en su flexibilidad y en su bajo coste pero, sobre todo, en que sigue conservando su cercanía y su calidad íntima, estableciendo una relación personal con el oyente, al que acompaña mientras éste puede realizar otra actividad, elemento del que la mayoría de medios carece.

La radio es uno de los medios de comunicación más utilizados y extendidos, quizá el más universal y accesible. Transmite información a todo tipo de lugares en todo tipo de situaciones, y es indispensable proporcionarle un adecuado cuidado y atención, sobre todo en un entorno social tan voluble como el presente, con nuevas formas de comunicación y donde los medios tradicionales están intentado evolucionar y adaptarse para no quedarse relegados.

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